lunes, 18 de mayo de 2015

Una historia que contar XVIII 101 kms Ronda 2015. Seguimos cumpliendo retos.

LA PREVIA

Y por fin llegó Ronda 2015. Tras perderme la edición del año pasado, la 2014, porque mi sobrina Inés comulgaba ese día, y lógicamente no podía faltar a la cita, tenía claro que si pillaba dorsal estaría en esta edición 2015. Tras quedarme sin dorsal en el sorteo primero, tuve la suerte de tener un número muy bajo en la lista de espera con lo que sabía que en el primer corte de pago, después de pasar 15 días para pagar el dorsal el mismo, me tocaría uno, como así fue, y ser uno de los 3.500 marchadores que estarían en la salida.
Tras mi brillante finisher de la Ultra Fortalezas (111 kms) afrontaba la prueba con muchísima moral y con muchísimas ganas, pero con algunas dudas como explicare más adelante. Tras una semana de descanso, retorne los entrenos, me exprimí en la semana de en medio y en la última me dedique a descansar otra vez con un par de entrenos muy suaves. Tras 730 días volvía a Ronda, a los 101, a una de mis pruebas fetiches, donde empezó todo y donde todo ultrafondista que se precie tiene que ir por lo menos una vez, porque no será la más dura, ni la que tiene más desnivel, ni la más montañera, pero sí que tiene, una cosa que en los 11 años que llevo corriendo y compitiendo no lo he visto en ningún sitio, los 101 tienen “MAGIA” y eso hace que te enganche y que una vez que cruzas la meta en la Alameda, te cuelguen tu ladrillo y te den tu sudadera de finisher estés deseando ya en volver. Y eso es lo que me paso a mí en el 2012, que me enganche  y que volví en el 2013, 2015 y que si todo va bien volveré en el 2016.

Cuando llegamos a Ronda, sobre las 19:30 el ambiente de la ciudad es espectacular, embriagador, mágico, sabes que algo gordo va a pasar y ves un pueblo entregado con un evento deportivo,  muchísimos corredores, senderistas y ciclistas invaden todo el centro de Ronda. Los hoteles tienen el cartel colgado de no hay habitaciones y los bares se esmeran en ofrecer sus productos al atleta con ofertas, algún regalo, como el bar nuestro de referencia, El Carmelo, o con menús excepcionales orientados al atleta. Esta gente sabe lo que se hace y lo saben explotar. Tras coger el dorsal en Polideportivo, nos hacemos las primeras fotos y hacemos los primeros saludos de los pocos murcianos que bajo me han parecido ver.
 Saludamos a David, Guillermo, Tato y Raúl, cuatro amigos Correbirras, que han venido a disputar la prueba y a los que da mucho gusto ver y compartir impresiones. Tras eso, lo siguiente es tomar sitio en tu suite ja, ja, ja. En el Polideportivo nos asignan nuestro metro de suelo y en él nos montamos nuestro chiringuito donde pasaremos la noche del viernes y del sábado. Mismos rituales, como los cojines de cabecera, con Fernando con su osito y yo con mi cojín de mi Real Murcia, que siempre me ha acompaña cuando voy a estos pedazos de hoteles por ejemplo. Antonela ha pedido permiso para dormir en el Acuartelamiento con lo que ya estamos instalados Ángel, Fernando y yo, Javi dormirá en el Convento donde su tía esta, con lo que ya me cuadra su predisposición con el horario que querrá hacer al día siguiente.
Paseo, compra de un polo espectacular, feria del corredor y cena con la tropa, que te incluye en la inscripción y donde se respira un ambiente de la leche. Antes de esto, primero estamos con un gran tío y amigo. Carlos Viedma, compañero SR, se ha venido el finde a Ronda a casa de su hermana y va a seguir la carrera y nuestros pasos el día de la prueba, pero antes no cae una cerveza y unos boquerones fritos para chuparse los dedos J J J. Nos trata como un gran anfitrión que es y nos citamos con él para el día siguiente. El saber que está ahí, a mí por lo menos me da tranquilidad e ilusión, porque estamos 5 horas de nuestra Murcia y siempre es genial ver una cara amiga tan lejos de casa. La noche cae en Ronda, hace un tiempo muy agradable y tras un breve paseo damos por concluido el día. Lo gordo está a punto de comenzar.

Otra del Carmelo con el gran Carlos Viedma y la expedicion SR
Cena de batalla

EL DÍA DE LA PRUEBA

El día amanece muy temprano, demasiado diría yo, para una prueba que empieza para los corredores a las 11. Son las 6 am y empieza a ver ya movimiento, se nota nerviosismo y son muchos los duatletas y ciclistas los que empiezan hacer los primeros movimientos, que hacen, que algunas veces sean molestos. A las 7:00 am en punto, diana, como toca la costumbre somos despertados por un Legionario al ritmo de corneta. Es muy emocionante y muy bonito, pero para vivir esa experiencia tienes que dormir en el Polideportivo. Cámaras de fotos y vídeos graban el momento para inmortalizarlo.
El desayuno toca hacerlo, como ya habíamos quedado la noche anterior en el Bar El Carmelo.
Bar El Carmelo
Este lugar lo descubrimos hace dos años mi Nenito, Salva y yo. Para nosotros tiene encanto, es especial y ya forma parte de unas costumbres que hemos cogido y que no queremos cambiar. Esta gente se lo curra y saben de qué va el tema, ese día El Carmelo está abierto 24 horas, tiene desayuno “101” con regalo incluido y están volcados con la prueba, con lo que nosotros respondemos con nuestra presencia.
El camino al Polideportivo es indescriptible, es espectacular, es brutal, es mágico, te embriaga y no se ve nada igual en ninguna prueba a la que vayas.
 Ríos de gente inundan sus avenidas en busca del campo de fútbol, lugar de salida, miles de sueños e ilusiones tomando una misma dirección. Este año han cambiado la entrada, casi ningún marchador entra al recinto, mientras asistimos a la espectacular salida de los ciclistas. 3.500 bicicletas inundan las calles de Ronda y vemos pasar bicicletas por delante nuestra no menos de 15 minutos… ¡¡¡ brutal !!
Salida bicicletas
Con mi Tractorista nº1 Pedro
En la entrada nos dejamos llevar por el ambiente, fotos, abrazos y palabras de ánimos. Estamos donde queremos estar y Fernando y yo, esperando este momento 730 días. Allí el ambiente es excepcional, es increíble. Nos hacemos varias fotos y una de ella con los ex compañeros Correbirras que han ido a ser cientuneros.
Foto SR y Correbirras
Tras ver nuestra bandera en la grada que Antonela ondea, nos colocamos en la rampa de salida con bastante antelación, queremos coger buen sitio para luego no perder mucho sitio en la salida.

Siempre pensando en ellos
La bandera SR en las gradas del Polideportivo
No podía faltar la foto con la cabra
Representación SR
La salida para mi es uno de los momentos más emocionantes del día, me emociono varias veces mientras que hablo por guasap con Maribel, les doy las gracias por permitirme disfrutar este momento, mi momento maravilloso, y estoy disfrutando muchísimo. No paramos de arengarnos, muchos abrazos motivadores y palabras entre nosotros que ahí se quedan. Lo repito, para mí es un momento mágico, especial, de los más emocionantes que he vivido nunca, y mira que tengo carrera. Me encuentro concentrado, pensativo y hablo poco, estoy nervioso y sé que algo grande va a pasar, sé que es mi momento y estoy pensando en las muchísimas dudas que mi cabeza tiene, tengo un lío en la cabeza que no para de darme quebraderos y eso me hace estar concentrado, pensativo y a lo mejor aislado¡¡¡ pero que pijo ¡!! Estoy en una nube y disfrutando muchísimo el momento.

La salida es la re leche, tras las palabras de un jefazo de la Legión, me disculpáis que no me acuerde del rango, y las de la alcaldesa de Ronda, comenzamos nuestra nueva aventura, que será dura pero que todos esperamos que tenga un final feliz y ese final no puede ser otro que colgarnos otro ladrillo.
Resumir los 101 kms sería imposible, porque no tengo tanta memoria y además sería un tostonazo de la leche, pero os contare como lo viví en pequeños resúmenes. Salimos en bloque, vamos todos juntos, Ángel nos aguanta y Paco Bravo también, y ahí estamos Javi, mi Nenito y un servidor. Voy totalmente concentrado y cogiendo posiciones.
Calle de La Bola

Salimos de Ronda
 El primer punto de agua nos lo saltamos, es el km 4,4 y no considero que haya que hacer cola para beber agua, porque la misma es de un camión. En el km 10 en el Pilar de Coca cometo una torpeza que hace que me cabree un poco. Decido saltar el camión del agua y le digo a Javi, que lleva el bidón vacío, que en las mesas les darán agua, que veo las botellas, pero que no quiero perder mucho tiempo. Ahí me doy cuenta que no corremos la misma prueba. No se la rellenan y me siento culpable, me cabreo y me quedo mudo. He tenido una imprudencia que ha pagado Javi y me jode, me jode mucho porque él se cabrea. En fin, un mal entendido que me hace sentirme mal y quedarme sin hablar un rato.

Javi, Fernado y yo. En el comienzo

La llegada a las Navetas km 15 marca un antes y un después. En el Avituallamiento Fernando y Javi charlan conmigo, me dicen que por favor lo intente, que voy retenidos con ellos, y que es el momento para intentarlo porque luego será tarde, ellos dicen que estoy en la edición de hacer una gran marca y pelear por mi objetivo de ser sub-15 horas, que tantas veces he soñado. Dudo mucho, valoro los pros y los contras. Sé que si lo intento, entraré solo, que viviré la experiencia en solitario y que si algo sale mal no estaré allí, además como le dije a Fernando dos años atrás “en meta no me espera nadie” y valoro el entrar con dos de mis mejores amigos, pero por otro lado, sé que es mi momento, he trabajado muchísimo, voy con la moral por las nubes tras mi finisher en la Ultra Fortalezas y es el momento de aprovechar el estado de forma e intentarlo, porque seguramente en tiempo no habrá más oportunidades como estas, pero me da miedo, son muchísimos kms para hacerlos en solitario y nunca los he hecho yo solo, pero el cuerpo me pide marcha, mis patas me dicen “amoooossss, tírale, vamos a intentarlo” y al final tras las muchísimas dudas que tengo, ya no solo de ese día, sino de la semana que estuvimos hablando, giro la marcha. Me voy prácticamente sin decir nada, como con un poco de vergüenza, no es una despedida normal. Ahora mismo la cambiaría, pero en ese momento actúo como el que se quiere ir sin hacer ruido, como el que sale por la puerta de atrás, una sensación muy extraña, pero voy con la ilusión de intentar una aventura en solitario como en Madrid, pero más larga. Son 85 kms a meta, llenos de incertidumbres, miedos pero cargados de ilusión y fuerza.

Me cruce con El Jefe y me hizo mucha ilusion, aparte de que me vino genial

Sobre el km 27 adelanto a Fran Olmos, mi amigo y compañero del Pilar de la Horadada que va acompañando a Iván, un compañero suyo que está debutando. Lo saludo y me muerdo la lengua ja,ja,ja, Me gustaría decirle que se viniera conmigo, porque es un súper clase y habíamos hablado anteriormente de las intenciones que ambos llevábamos, pero va llevando a un amigo y es sagrado. Cruzo Arriate, que nos recibe de una forma espectacular, con toda la gente en la calle, es flipante, la gente lo vive muy intensamente y se te ponen los pelos de punta. Antes de subir la Cuesta del Cochinos sobre el km 32 recibo la llamada de mi Padrino y amigo, Fausto, me llama para ver cómo voy y me arenga, hablamos un poco y me sirve para distraerme, aparte que me da moral y mucha alegría que se acuerde, una vez más de mí. La cuesta de los Cochinos, se hace dura, hace mucha calor, la subo entera andando, pero intento no perder una cosa que ya había entrenado, que es tan simple como no perder ritmo cuando me pongo andar, pero se me hace dura, bastante dura, pese a que la recuerdo y la conozco de las dos ediciones anteriores. Ves como empieza a caer gente, corredores que están exhaustos, con miradas perdidas en el medio metro de sombra que buscan en la orilla y aprovechando las tecnologías para distraer la mente, y solo adivino a bajar la cabeza, mirar las piedras del camino y seguir subiendo. Tras la subida tenemos una bajada que no hará llegar para lo que mi entender es otra zona dura, por lo desangelada que es, aunque sea llano, porque no hay ni una puñetera sombra, porque es una recta enorme y porque a las horas que paso hace un calor y sol de justicia. La Estación de Parchite,  y los Cortijos del Marques, Polear y la Manga nos conducen a la siguiente población, Alcalá de Valle, ya estamos en la provincia de Cádiz. En la entrada para distraerme me llama la atención una familia, que veo que recogen algo de un trozo de terreno pegado a la orilla de la carretera y como voy tiempo sin hablar con nadie, les pregunto. Están recogiendo espárragos, que tienen una pinta extraordinaria. A lo lejos oigo una voz que me dice si es que me voy a poner a recoger yo también en vez de seguir corriendo. Es Fran Olmos, que ha tenido que dejar a su amigo para ir cada uno por su camino, ante la falta de ritmo del mismo y eso me da una alegría inmensa, sé que si no me fallan las fuerzas es un compañero de viaje inmejorable, como así resulto ser. Quedamos en terminar juntos la prueba e intentar bajar de 15 horas como era mi objetivo y sé que con el iré por el buen camino. Mis 30 kms de total soledad han pasado y la prueba empieza de nuevo.
Campos de espararragos entrando en Alcala del Valle
Entrada Alcala del Valle


Con Fran Olmos, Megacrack
Cruzar Alcalá del Valle es precioso, el típico pueblo andaluz de casas blancas que lo ves en lo alto y que tras una pronunciada bajada te metes en la población donde una vez más hay un ambiente simplemente espectacular, estamos en el km 49 y llevamos la fuerzas innatas y la moral por las nubes. Fran superando sus problemas musculares y de lesión que tuvo y yo moralmente voy que ni me lo creo, estoy en tiempos que no conocía y físicamente me encuentro muy bien. Las nuevas tecnologías las utilizamos para algunos momentos como la salida de Alcalá que tiene un cueston corto pero empinado como un demonio :) :) :) unos guasap, una foto y la cuesta nos la hemos subida sin darnos cuenta. Hay que aprovechar todos los recursos.
Alcala del Valle

Tras 7 kms más y un avituallamiento por medio nos plantamos en uno de los pueblos más bonitos que yo he visitado, aunque sea corriendo :) :) :) .
 Setenil de las Bodegas en la provincia de Cádiz nos recibe con los brazos abiertos y un pueblo en la calle. Pasar por sus calles y por sus bares en las zona que están debajo de las rocas es muy muy emocionante, es brutal y ahí tengo la inmensa suerte de tener a nuestro Carlos Viedma que nos fotografía a todos y nos hace que ahora mismo tengamos un recuerdo imborrable. En Setenil tenemos la primera mochila.

Avituallamiento Setenil
Yo desde hace tiempo lo tenía claro, cambio de camiseta, gorra, me pongo la de Korridor, mi marca que me está ayudando, cambio de zapas, dejo las Joma que han ido de lujo y me pongo Las sportivas, que son de montaña. Busco más agarre para la segunda parte que es más “montañera” aunque no tenga zonas técnicas, pero como me conozco el circuito, sé que acierto con el cambio como así fue. Un poco de comida y nos dirigimos al siguiente punto estratégico, donde piensas que ya has ganado ¾ parte de la batalla, el Acuartelamiento. Esta travesía de 20 kms se hace larga y pesada, subimos bastante y las fuerzas empiezan a pasar factura. Andamos mucho porque cuando subimos no queremos gastar energía y los kms parece que no avanzan y los avituallamientos se nos hacen largo, hasta que una larguísima bajada te lleva al Acuartelamiento, Ronda se ve de fondo y aprovechamos para tirar la foto, 
estamos a unos 5 kms de la población pero a veintitantos de la meta, un mundo todavía, pero, subidón, subidón, otro más, no me creo que haya ¡¡¡llegado de día!! Estoy realmente entusiasmado, para mi es una gran victoria ya y me acuerdo de tres personas, me acuerdo especialmente de tres, de Maribel, que estuvo en el 2012 con nosotros allí con noche cerrada y de mi Nenito y Salva López, mis compañeros en el 2013 y como me acuerdo de ellos, llamo a Fernando eufórico.
 Paradojas de la vida, yo en mi momento más dulce y el hundido, que cosas tiene la vida y que injusta es. La conversación con el me deja preocupadísimo y siento muchísimo no estar ahí, aunque mejor que con Javi con nadie, pero me deja muy preocupado la llamada. Disfruto del momento, muchísimo pese a la preocupación. Aquí no he dejado ningún macuto, en el 2013 perdí muchísimo tiempo y no lo he considerado oportuno. La cena la han cambiado de sitio, ahora está enfrente del otro. Cogemos poco de cenar, no tenemos hambre y tenemos más ganas de llegar que nunca. Una foto sentado, porque a continuación nos levantamos y cenamos rápido de pie, no queremos relajarnos porque buscamos un objetivo y el sentarte puede hacer que te relajes demasiado. Un poco de caldo empinando la bandeja, arroz y le tiramos dirección la Ermita, que por primera vez la afronto la mitad de día. 
Dirección La Ermita
La subida se pega, aunque a la altura de la película todo lo que no sea cuesta abajo ya se nota  pero cuando nos cae la noche, cerrada, hacemos la “coronación” km 81 tras una larga subida que por supuesto la hacemos andando. La bajada a Montejaque por la parte del cementerio también es dura, pero esta vez porque es muy pronunciada por el piso del mismo, muy muy empinada, pero la llegada al Cementerio, con ambientazo incluido hace que te vuelva a subir la moral, cosa que de momento llevamos intacta, el resto vamos con el piloto J J pero la cabeza muy en su sitio. De Montejaque que es todo llano y en bajada nos conduce la carretera a Benaojan, un pueblo que cruzamos literalmente, con una ambientazo por el trazado, con las terrazas llenas y alentando el paso de los marchadores. Estamos en el km 87 y empieza la trampa, tras una serie de bajadas y llanos, nos disponemos hacer las dos últimas subidas, las que metieron en el 2013 y las que hacen que esta última parte se endurezca bajo mi punto de vista. Afrontamos la subida al Cortijo de la Manía que es el km 92, aquí paso el peor momento de la prueba. Físicamente voy cansadísimo, muscularmente roto y empiezan a dar los cuádriceps y gemelos la cara, me mandan avisos de que me he pasado, de que ya no se divierten y que la juerga  ya no les gusta. Subo muy muy lento, voy con muy buen calzado pero empiezo a tener calambres que me obligan a parar. Como soy autodidacta y no hago ejercicios de gimnasio como todo el mundo sabe no sé cómo estirar estos músculos correctamente y paro, paro varias veces, respiro y continúo. La subida se me hace eterna, el finisher no peligra, pero me he quedado solo, en un terreno inhóspito para mí y no voy cómodo, pero como la cabeza funciona perfectamente, me lo tomo con calma y espero llegar al punto de avituallamiento donde Fran me está esperando y donde un Legionario me da réflex en la parte afectadas, calmándome un poco los calambres pero diciendo ellos que están aquí, que no me despiste. La bajada es dura, peligrosa porque es una especia de cortafuegos, con tierra muy suelta y en la que el cansancio y la noche hace todo sea más complicado. Otra vez vamos juntos Fran y yo, nunca me dejo, pero mi despiste me hizo que la subida al Cortijo la hiciera en solitario. La llegada al Puerto de la Muela, donde ves una Ronda a lo lejos preciosa iluminada nos anuncia que estamos ya “en capilla” como se dice en las bodas.  Aquí tuvimos un detalle con un Legionario que me hizo gracia que  pijo y lo cuento “que arte tiene este avituallamiento, en ninguno suenan los Chichos como aquí” – “si si, es la ostia su arte” le contesto yo- “arte tienen ustedes cuando suban la Cuesta del Cachondeo, y encaren el ultimo km ya en Ronda, eso sí que es arte mi arma después de hacer 100 kms”. Que significa esta mini conversación “respeto y admiración mutua”. Solo es un simple comentario pero que en un km 95 no veas como se agradece.
Tras la bajada del Puerto, el camino ya sabemos cuál es, solo falta subir la Cuesta del Cachondeo km 99. Aquí veo cambiar el crono de las 13 a 14 horas ¡¡¡ que cerca he estado de pararlo en esas 13 horas ¡!!! Pero me ha faltado fuelle al final J La subida es muy empinada, dura por el terreno pero pura felicidad, la Cuesta del Cachondeo es coronar una aventura con una sonrisa en la boca. Después de casi 100 kms es para reírse con la dichosa cuesta, pero buaaah!!! Estamos en Ronda de nuevo y haciendo una gran carrera. Aquí me hacen una fotaca los fotógrafos de la Voz de Ronda ¡¡¡ espectacular !!!

Tipo como como las que me hicieron de noche en la Ultra Fortalezas con Cartagena de fondo que es para enmarcar. Una vez terminada la cuesta, cambio de gorra, me pongo la de mi “patrocinador” la casa que me ayuda cada vez que necesito algo que es Korridor, al que le estoy eternamente agradecido porque me tendió una mano en un momento delicado, con lo que al igual que en CT cambio de gorra para lucir su nombre, apagamos el frontal para no fastidiar la foto y disfrutamos por las calles de Ronda, disfrutamos de nuestro paseo triunfal, nos sentimos héroes, nos sentimos orgullosos y hemos hecho un gran trabajo. A esas horas los bares están a tope y cada paso de cada corredor es un estruendo brutal, la gente valora tu hazaña y es muy entendida. Yo nunca la había visto asi, siempre he llegado más tarde y me he encontrado una Ronda casi vacía, pero este año es distinto. La curva para entrar en la Alameda está a tope, ruge, vitorea y te sientes feliz y dichoso, tremendamente feliz y emocionado, solo acierto a dar las gracias al público y la cabeza no para, no para de acordarse de mis hijos, de Maribel, de mi pequeña que está en camino, que los quiero con locura y son mi motor y mi corazón,  de mi amigo Salva que está pasando un muy mal momento y al que le dedico de una manera muy especial este finisher, de mi padrino Fausto, que estará muy orgulloso, de Fernando y Javi que están peleando como campeones por terminar, de Ángel que intuyo que habrá hecho un marcón, de Paquito Bravo, un devorador de kms que seguro que será finisher, de Fernando y Willi que lo están dando todo en Peñagolosa,  de mis compañeros Simplemente Runners que han estado todo el día pendiente de nosotros por las redes sociales, increíbles una vez más. Cuando me quede solo lo puse en el grupo, la contestación de uno de ellos “no vas solo Ginés, vas con todos nosotros”,  de Eduardo y Avelino, mis hermanos de la Zona Pimentonera, siempre llamándome en los retos, de la gente del Facebook, muchísimos de ellos amigos, muchísimos, puedo decir que tengo esa suerte que están siempre mostrándome respecto y cariño y me acuerdo de mi sobrina Inés, por un momento me acuerdo de ella, porque fue el motivo de que el año pasado no viniera y de que este año lo cogiera con más ganas y disfrutara muchísimo. No me quiero dejar a nadie, pero son muchos recuerdos en poco tiempo. La llegada a la Alameda, me cuadro, saludo y ladrillo al cuello en 14h16´38” y mmp
3er Ladrillo al cuello

Abrazo eterno con Fran, mi compañero y amigo de fatigas y todo retratado por el incombustible Carlos Viedma, que gracias a el tengo unas fotos cojonudas, con el que también me fundo en un abrazo y como dije en el 2013 “en la meta no me espera nadie”. Esta vez no ha habido lloros, se ve que los gaste en Ct, solo me emociono un poco, unas lágrimas y poco más, creo que estoy tan cansado y exhausto que solo pienso en cenar y darme un mini masaje que me deja nuevo. Tengo mi tercer ladrillo por derecho propio y una gran marca, con lo que más no se puede pedir. En la cena coincidió con mi amigo Tato, del Correbirras, que se ha marcado un carrerón y salda una deuda pendiente y con David, mejorando marca del 2013, espectacular ambos.
Emocionado tras cruzar la meta
Ya van 3
Cinco Ladrillos entre los dos y muchisimos kms en las piernas
Impagable apoyo de Carlos Viedma
Mi compañero de fatigas, Francisco Javier Olmos
Como sé que a Javi y Fernando les quedan cerca de 3 horas me voy a descansar un poco y cumplir con la tradición de pasar por el Carmelo a tomarme un tercio bien merecido, esta vez solo, no como en el 2013, pero con muchísima gente en el corazón y en el pensamiento. Y así doy por concluida mi participación en la XVIII Edición Ronda 2015, muy muy feliz, muy orgulloso pero tremendamente cansado y fatigado.

Cena de batalla
Cumpliendo el ritual en El Carmelo.
GRACIAS a todos los Legionarios por el gran trabajo realizado y por permitirnos un año más de disfrutar de este maravilloso fin de semana.

Tengo que decirlo, he visto mucha porquería, geles, barritas y demás historias por el suelo. No sé de quienes son, ciclistas o marchadores, me da igual, lo que si es que me molesta mucho y da una imagen muy fea, porque luego tienen que ir recogiendo lo que cuatro o cinco guarros tiran al suelo.

7ª Carrera de 100 kms que empiezo y termino y segunda en tres semanas, con lo que para mi este ladrillo es un verdadero exito y me hace sentir orgullosisimo.

Si todo va bien me gustaría hacer la Ultra de Almeria de 91 kms en Diciembre porque Ultras más cercas de casa no tengo y tengo compromisos laborales y personales que cumplir. En el Verano mi gente de los Simplemente Runners estamos preparando una historia guapa, cercana y que puede quedar muy bonita que rondará los 70 kms, pero mientras me centraré en la Running Challenger Murcia y seguir entrenando y haciendo kms.

Próximo reto inmediato, organizar una gran Legua Huertana en Los Ramos y los 7,8 kms del Rincon de Seca, que me tienen muy ilusionado y en el que voy a volcar ahora todos mis esfuerzos.


Ronda 2016........volveré, por supuesto.


Dedicatoria especial a mi gente, los Simplemente Runners

Tres ladrillos, tres sudaderas finisher, tres historias que contar

Vídeos que grabe con el móvil y que están en Youtube:
-Diana en el Polideportivo
-Plaza de Toros
- Puente del Tajo
- Calle Bola